viernes, 3 de mayo de 2013

tipos de personalidad


                  tipos de personalidad 



las mas comunes son:
1. El obsesionado con su hijo: cree que ningún niño ha hecho nunca cosas tan sorprendentes y divertidas como su hijo, del que publica información constantemente en las redes sociales.
2. El “político”: comparte opiniones de corte político de manera bastante agresiva y está convencido de que sus ideas son las únicas válidas.
3. El “fisgón”: rara vez publica contenido propio en las redes sociales y se limita a “fisgonear” lo que hacen otros usuarios en estas plataformas.
4. El extrovertido: publica todo tipo de información personal en las redes sociales, también aquella que ni siquiera se atrevería a decir en alto.
5. El ciclotímico: su vida en las redes sociales sufre constantes y bruscos cambios, unas veces está eufórico y otras se siente totalmente deprimido.
6. El presumido humilde: habla constantemente sobre sí mismo y lo hace con falsa humildad, intentando disimular su egocentrismo.
7. El misterioso: publica contenidos de lo más vagos y misteriosos para provocar reacciones y preguntas entre sus amigos.
8. El “spoiler”: no duda en reventar finales de series de televisión y de películas en las redes sociales.
9. El “criticón”: sus comentarios exudan siempre negatividad y sarcasmo. El principal blanco de sus críticas son las fotografías de sus amigos en las redes sociales.
10. El simpático: intenta ser siempre agradable con todo el mundo, tanto que muy a menudo resulta falso.



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Tipos de Personalidad de acuerdo a la imagen anterior
  • Los Uno interactúan con el mundo esforzarse por ser perfectos. Suelen ser modelos de decoro, lógica clara y comportamiento adecuado. Se centran en las reglas, procedimientos y en asegurarse de que siempre están “haciendo lo correcto”. Cuando exageran su esfuerzo por ser perfectos, pueden volverse críticos y poco dispuestos a asumir riesgos. En condiciones de estrés, los Uno pueden llegar a temer que si se divierten demasiado se convertirán en personas irresponsables. 

  • Los Dos interactúan con el mundo esforzándose por conectar. Suelen ser desinteresados, cariñosos y cuidadosos. Se centran en ayudar a otras personas a satisfacer sus necesidades; no les cuesta comunicarse y disfrutan encontrando algún vínculo en común con los demás. Cuando exageran su esfuerzo por conectar, pueden dejar de satisfacer sus propias necesidades y acaban transformándose en individuos emocionalmente dependientes de otros. En condiciones de estrés, los Dos pueden llegar a temer que si no están estrechamente conectados con otras personas se quedarán aislados.

  • Los Tres interactúan con el mundo esforzándose por ser Destacados. Los Tres interactúan con el mundo esforzándose por destacar. Se esfuerzan por alcanzar la excelencia y triunfar en todo lo que emprenden. Conceden un gran valor a la productividad y a presentar una imagen de ganador en cualquier entorno en el que se muevan. Cuando exageran su esfuerzo por destacar, pueden buscar la atención de los demás y valorar más la imagen que la sustancia. En condiciones de estrés, los Tres pueden llegar a temer que si no hacen grandes esfuerzos por alcanzar la excelencia resultarán mediocres. 

  • Los Cuatro interactúan con el mundo esforzándose por ser Únicos. Por lo general afrontan la vida creativamente, de forma natural e interesante. Les atraen las cosas y las experiencias elegantes, refinadas o inusuales. Cuando exageran su esfuerzo por ser únicos pueden sentirse incomprendidos, y es posible que se alejen de los demás y prefieran aislarse. En condiciones de estrés, los Cuatro pueden llegar a temer que si no ponen su toque especial a su mundo y sus experiencias acabarán reprimiendo su individualidad.

  • Los Cinco interactúan con el mundo esforzándose por tomar distancia. Son observadores, lógicos y por lo general reservados. Se centran en la resolución de problemas, las ideas innovadoras y la recopilación de datos. Cuando exageran su esfuerzo por tomar distancia pueden convertirse en seres apagados, fuera de contacto con sus experiencias y emociones. En condiciones de estrés, los Cinco pueden llegar a temer que si no se mantienen distanciados y cautelosos acabarán perdiendo el control.

  • Los Seis interactúan con el mundo esforzándose por sentirse seguros. Encuentran seguridad en el hecho de formar parte de algo más grande que ellos mismos, como un grupo o tradición. Son cuidadosos, responsables y protectores del bienestar del grupo. Se centran en mantener la coherencia, la tradición y la cohesión. Cuando exageran su esfuerzo por sentirse  seguros pueden dejar de asumir los riesgos necesarios para alcanzar un alto rendimiento y conformarse con la mediocridad. En condiciones de estrés, los Seis pueden llegar a temer que si bajan la guardia serán vulnerables a posibles peligros.
  • Los Siete interactúan con el mundo esforzándose por experimentar entusiasmo. Son personas optimistas, animosas y curiosas. Se centran en las posibilidades y las opciones que se les presentan, y también en atender a los demás. Cuando exageran en su esfuerzo por experimentar entusiasmo pueden dejar inacabado todo lo que empiezan, se distraen con facilidad y actúan de forma irresponsable. En condiciones de estrés, los Siete pueden llegar a temer que si no mantienen abiertas sus opciones se perderán algo.
  • Los Ocho interactúan con el mundo esforzándose por ser poderosos. Son emprendedores dispuestos a cumplir con sus objetivos y les encanta estar al mando. Se centran en hacer lo que deben y superar los obstáculos que puedan encontrar en el camino. Cuando exageran en su esfuerzo por ser poderosos pueden no adherirse a las reglas o normas que otros esperan verles cumplir y su comportamiento se descontrola. En condiciones de estrés, los Ocho pueden llegar a temer que si se conectan demasiado con otras personas o experimentan sus propias emociones con excesiva intensidad acabarán dependiendo de los demás.
  • Los Nueve interactúan con el mundo esforzándose por estar en paz. Son personas serenas y agradables que se centran en mantener una sensación de armonía interior, minimizando sus propias necesidades y concentrándose en las de los demás. Cuando exageran su esfuerzo por estar en paz pueden volverse pasivos y depender de terceros para tomar decisiones. En condiciones de estrés, los Nueve pueden llegar a temer que si se dan demasiada importancia, los demás pensaran que quieren llamar la atención.

Integrantes del equipo:

Austreberta Cantu Feliciano

dulce maría eulogio mojica


miércoles, 24 de abril de 2013

Asociaciones, Multitudes y Actitud Agresiva


Asociaciones, Multitudes y Conducta Agresiva
Asociaciones

La Asociación es la acción y efecto de asociar o asociarse (unir una persona a otra para que colabore en algún trabajo, juntar una cosa con otra para un mismo fin, establecer una relación entre cosas o personas).
Una asociación, por lo tanto, es el conjunto de los asociados para un mismo fin. Este conjunto puede formar una persona jurídica. Por ejemplo: “La Asociación de Costureros de San Martín ha elegido un nuevo presidente”, “El entrenador afirmó que la Asociación del Fútbol Boliviano debería responder a los reclamos”, “Me gustaría formar una asociación para ayudar a los niños carenciados”.
Por lo general, el concepto de asociación se utiliza para mencionar a una entidad sin ánimo de lucro y gestionada de manera democrática por sus socios. Dichas asociaciones pueden desarrollar actividades comerciales si el beneficio se destina a la obra social.
Es posible distinguir entre distintos tipos de asociaciones, como la asociación de voluntarios o la asociación de vecinos: “He estado hablando con Mary para juntarnos con otros vecinos y formar una asociación que se ocupe de los problemas del barrio”, “Una asociación de voluntarios ha permitido reconstruir las casas dañas por el temporal”.
Para la psicología, la asociación de conducta es la relación funcional entre un estímulo y una respuesta como resultado de la experiencia. En el psicoanálisis, se conoce como asociación libre a la técnica que consiste en que el paciente exprese todas sus ideas y pensamientos sin restricción, selección o filtro.
La asociación también es una figura literaria que se basa en decir de muchos aquello que es aplicable a uno solo o a varios, con el objetivo de atenuar el elogio o la censura del resto.
Multitudes

Multitud es un concepto de la ciencia política y el Derecho constitucional que representa la multiplicidad social de sujetos que es capaz de actuar en común como agente de producción biopolítica dentro delsistema político.
En la Edad Moderna la noción de multitud promovida fundamentalmente por Spinoza, se diferenció de la distinción de «pueblo» y «muchedumbre», promovida por Hobbes e imperante hasta nuestros días. La diferencia básica es que bajo la distinción de Hobbes el conjunto de ciudadanos quede simplificada una unidad como cuerpo único con voluntad única (ya sea una mera muchedumbre, masa o gentío o que reúna los requisitos necesarios para ser considerada como pueblo), mientras que el concepto de multitud rehúsa de esa unidad conservando su naturaleza múltiple.1
En la segunda mitad del siglo XX, el concepto fue retomado dentro de variantes de anticapitalismo libertario popularizado recientemente por pensadores dentro del llamado operaísmo italiano. Este concepto hace referencia a aquel sector social que resistió y resiste la creación y el avance de la modernidad basada en la figura del Estado nación.

Conducta Agresiva

La familia constituye el lugar donde los seres humanos aprendemos a relacionarnos con los demás e incluso con uno mismo. La agresividad como conducta en muchos de los casos, corresponde a una característica aprendida desde pequeños en el hogar, ya que las relaciones que se dan y los comportamientos presentados por la familia, ejercen una influencia en su generación y mantenimiento.


 Cuando somos pequeños, muchas de las conductas que van a ir conformando una personalidad agresiva, son apoyadas y aplaudidas por los demás, en ocasiones de manera directa y en ocasiones indirecta, con comentarios como “eso es no te dejes”, “tu eres mas fuerte”, “si te la hacen que te la paguen”, etc., en esos comentarios el niño va conformando una sensación de placer al obtener la aprobación de los demás, adicionalmente, estas conductas le son validad también como mecanismo de defensa para lo que el niño considera agresión, real o ficticia.   
Estos comportamientos se van anidando hasta que los niños crecen con ellas formando parte de su conducta habitual, al llegar la adolescencia y posteriormente al ser adultos, los conflictos por estas conductas se van agudizando y conllevan serios problemas en las relaciones personales, que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en la adaptación al trabajo y a la familia, y en una gran mayoría los conflictos se van a presentar al interior de la relación de pareja.
 En una mayor proporción son conductas que presentamos lo varones, pero actualmente, sabemos que también las mujeres presentan conductas agresivas, que si bien son un tanto encubiertas, también las son violentas, es como la fábula del lobo disfrazado de oveja.
 Las conductas agresivas son un modo de actuar de una persona que nos reflejan su incomodidad, su insatisfacción, y muchos otros sentimientos que en su mayoría son mal canalizados o mal aprendidos, ya que las reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son desproporcionadas con respecto al problema original, esta desproporción es como ver las cosas en una magnitud demasiado alta como para solucionarlos y la respuesta automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas conductas que se catalogan como violencia física, verbal, psicológica, sexual, etc; todas ellas son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.
   La conducta agresiva se caracteriza por:
  • Gritos.
  • Molestar a otros integrantes de la familia.
  • Mostrarse iracundo o resentido.
  • Pleitos.
  • Accesos de cólera.
  • Dejar de hablarle al otro o los otros.
  • Actos de desobediencia ante la autoridad y las normas sociales.
  • Amenazas verbales y físicas.
  • Daños a cosas materiales.
  • Deterioros en la actividad social y académica por episodios de rabias.
  • Discusiones con las personas cercanas  o de la familia.
  • Forzar situaciones económicas.
  • Relaciones sexuales forzadas.
Estas características se presentan frecuentemente, tienen una intensidad cada vez mayor y la duración del malestar va también en crecimiento, es por esto que en muchas ocasiones, nuestra pareja o amigos nos empiezan a parecer personas desconocidas, ya que al principio eran muy diferentes y al paso del tiempo se van agudizando los síntomas de la violencia.
    Adicionalmente, si la persona violenta ha tenido malas experiencias, problemas laborales, falta de dinero, etc., considera que su actitud esta justificada por eso y no se da cuenta que muchos de los problemas y fracasos son ocasionados por su actitud.
    La personalidad de una persona agresiva siempre presenta los siguientes síntomas o características.
  • Altamente impulsivos.
  • No consideran sus experiencias para modificar su conducta problema.
  • No logran la satisfacción.
  • Baja tolerancia a las frustraciones.
  • Tienen conductas de agresión sin motivos
  • Tienden a aislarse o a refugiarse en conductas nocivas como el alcoholismo, la droga, el tabaquismo, etc.
    Los diversos estudios que se han realizado no dicen que las causas de la agresión son múltiples, y las justificaciones teóricas de esto son principalmente:
  • Conductas de origen biológico. Se apoyan en:
  1. Una disfunción de los mecanismos inhibitorios del sistema nervioso central
  2. El surgimiento de una emocionalidad diferente
  3. Efectos de los andrógenos sobre la conducta de los humanos.
  • Las teorías psicológicas que consideran la existencia de  factores innatos en el individuo que lo llevan a presentar una conducta agresiva. Es una búsqueda de placer, es un instinto primario (destrucción o muerte).
  • Las teorías del aprendizaje, que son en las que se desarrolla el concepto de la familia, el origen y desarrollo de la personalidad.
Numerosas teorías psicológicas plantean que la agresión, es un patrón de respuestas adquiridas en función de determinados estímulos ambientales (familiares) según una variedad de procedimientos; algunos de ellos son:
  
  • La agresión adquirida por condicionamiento clásico por el uso de los premios y castigos para moldear la conducta. Ellis (1986).
  • La agresión aprendida socialmente  a través de la observación. Bandura (1986)
  • La teoría de Aprendizaje de Skiner (1952), que evidencia que la agresión es adquirida por condicionamiento operante.
  • Maslow (1964) da a la agresión un origen cultural  “es una reacción ante la frustración de las necesidades biológicas o ante la incapacidad de satisfacerlas”.
  • Mussen y otros (1990), nos dicen que la agresión es resultado de las prácticas sociales de la familia y que los niños que emiten conductas agresivas, provienen de hogares donde la agresión es exhibida libremente, existe una disciplina inconsistente o un uso errático del castigo.
    Las personas vamos modelando las conductas a partir de dos modelos originales, papá y mamá, o las personas que son las encargadas de la crianza, ya que vamos aprendiendo el rol a través de la observación de las conductas de los padres y llegamos inconscientemente a comportarnos de la misma manera, ya que el niño no tiene en sus primeros años la capacidad de discriminar entre lo que es sano y no sano y adopta la conducta hasta convertirla en algo natural para él.
 Esto se llega a convertir en el comportamiento natural, ya que, al relacionarse posteriormente con otras personas, las conductas van a darle una utilidad y si además son alentadas como mencionamos anteriormente, mas naturales le parecerán. Adicionalmente, sobre todo en las épocas de escuela, la convivencias en muchas ocasiones se torna cruel entre los niños y la violencia en muchos casos es usada como un escudo de protección que se usa para la convivencia con los iguales, sin profundizar en el tema, podemos decir que estos son parte de los componentes del sistema que se basa en el machismo, autoritarismo y sexismo predominante del varón sobre la mujer.
   Es por esto que la unión de la pareja en muchas ocasiones se convierte en el lugar propicio para la violencia, ya que en el proceso de crecimiento y socialización, los padres ejercen una influencia directa sobre sus hijos a través de su ejemplo, lo cual según el aprendizaje social nos dice que los niños aprenden formas de comportarse en base al comportamiento de sus padres y repitiendo las conductas hasta convertirlas en las conductas naturales para la persona.
    Entonces, si la violencia se trae desde la infancia que se debe hacer en el caso de convivir con una persona violenta. 
  • Lo primero es no enfrentar, ya que eso agudiza los conflictos
  • No permitir el abuso, ya que eso va a generar la costumbre
  • Si es grave, denunciar
  • Si es factible apoyar en la terapia para el violento
  • No aconsejar en momentos de crisis
  • Buscar el compromiso de atender el problema en periodos de tranquilidad
  • Si la tranquilidad ya no existe, ponerse a salvo.
  • Estimular la confianza.
  • Tomar en cuenta la recreación como parte de la vida.
    Establecer en el hogar de forma clara y precisa, los deberes y derechos de cada uno de los integrantes de la familia y exponer la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos cometidos.
    Este tipo de conductas requieren de un tratamiento serio y profundo, ya que aunado a los factores de personalidad, se suman las maneras estresantes en que ahora vivimos, esto hace que la persona pierda el control y con consejos o lecturas no se le puede ayudar mucho.


Equipo 10
Integrantes:
Abril Cotino Pérez
Carlos Téllez Hernández
Oscar Alejandro Juárez Álvarez

domingo, 21 de abril de 2013

tipos de personalidad

TRADICIONES Y COSTUMBRES
PESUASION Y PROPAGANDA



Los seres humanos creamos cultura. Nuestras formas de  pensar, de sentir y de actuar, la lengua que hablamos, nuestras creencias, la comida y el arte, son algunas expresiones de nuestra cultura.

Este conjunto de saberes y experiencias se transmite de generación en generación 
por diferentes medios. Los niños aprenden de los adultos y los adultos de los ancianos. Aprenden de lo que oyen y de lo que leen; aprenden    también de lo que ven y experimentan por sí mismos en la    convivencia cotidiana Así se heredan las tradiciones.
 





Los seres humanos creamos cultura. Nuestras formas de  pensar, de sentir y de actuar, la lengua que hablamos, nuestras creencias, la comida y el arte, son algunas expresiones de nuestra cultura.

Este conjunto de saberes y experiencias se transmite de generación en
generación por diferentes medios. Los niños aprenden de los adultos y los
adultos de los ancianos. Aprenden de lo que oyen y de lo que leen; aprenden    ambién de lo que ven y experimentan por sí mismos en la  
convivencia cotidiana Así se heredan las tradiciones.


Mediante la transmisión de sus costumbres y tradiciones, un grupo social intenta asegurar que las generaciones jóvenes den continuidad a los conocimientos, valores e intereses que los distinguen como grupo y los hace diferentes a otros.


Conservar las tradiciones de una comunidad o de un país significa practicar las costumbres, hábitos, formas de ser y modos de comportamiento de las personas
Por ejemplo, en muchas comunidades y regiones de México, se conserva la tradición de rendir culto a los muertos. Esta tradición se manifiesta a través de
distintas costumbres como: preparar la comida que agradaba a los familiares
difuntos, llevar flores a sus tumbas, construirles altares y, días después, levantar
la ofrenda compartiéndola con la comunidad, entre otras actividades.
  Las tradiciones y costumbres cambian con el paso del tiempo, como resultado de las nuevas experiencias y conocimientos de la sociedad, a causa de sus necesidades de   adaptación a la naturaleza y por la influencia de otros grupos sociales con los que establece contacto.
La fuerza de las costumbres y tradiciones no radica en la frecuencia con que la gente las practique, sino en que la gente comparta auténticamente las ideas y creencias que originaron la costumbre y la tradición. 
Las costumbres y tradiciones pierden fuerza cuando la gente cambia sus creencias, su modo de entender el mundo y el sentido de su vida; entonces se procuran nuevas creencias y prácticas, que formaron con el tiempo otras costumbres y tradiciones.
Al parecer, entre los grupos humanos siempre hay personas que apoyan los cambios y otras que se resisten a ellos; esto ha sido causa de disgustos y desacuerdos. Quienes se oponen a dejar atrás su cultura, consideran que las costumbres y tradiciones no son prácticas sin sentido, sino respuestas y soluciones que les han ayudado a enfrentar el mundo y la vida. Ante la incertidumbre de lo nuevo, lo conocido representa y ofrece seguridad.
                                                              PERSUASION Y PROPAGANDA
¿Qué es la persuasión?
    La persuasión consiste en la utilización deliberada de la comunicación para cambiar, formar o reforzar las actitudes de las personas, siendo estas últimas representaciones mentales que resumen lo que opinamos de las cosas, personas, grupos, acciones o ideas: si preferimos una marca a otra, si estamos a favor o en contra del aborto, qué opinamos de determinados partidos políticos, etc.
    Debido a que las actitudes juegan un papel importante en la forma de comportarse, un cambio en ellas debería dar lugar a un cambio en nuestro comportamiento, que es lo que, en última instancia, se pretende con la persuasión. Podemos desear, por ejemplo, que nos compren un determinado producto, que alguien deje de fumar, que utilicen el cinturón de seguridad o que nos den su voto en las elecciones. Al conseguir que los adolescentes evaluaran la zona de aparcamientos como algo desagradable (actitud negativa) se logró también que se comportaran de acuerdo con esa actitud.






 
PROPAGANDA
La propaganda es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto de alguna causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento. La propaganda es usualmente repetida y difundida en una amplia variedad de medios con el fin de obtener el resultado deseado en la actitud de la audiencia.


Vivimos en entornos saturados de mensajes. No importa la hora, no importa el lugar; siempre hay alguien que busca de algún modo convencernos, educarnos, persuadirnos, etc. Tal vez esa persona intenta decirnos que algo es bueno, bello o cierto. Tal vez sólo busca que compremos algo, que hagamos una donación, que emprendamos una acción o que dejemos de hacerla. O quizá lo que quiere es sólo un poco de atención. A veces nos damos cuenta muy rápido de sus intenciones. Sin embargo hay ocasiones en las no es fácil descubrirlas. Y muchas veces también ocurre que esta avalancha de informaciones nos confunde y nos abruma, nos angustia, nos estresa.
Según los estudios de los conductistas, un mensaje es persuasivo si el destinatario lo aprende y lo acepta. Para ello se requiere que el mensaje pueda verse (por éso hay que presentarlo de manera original y repetirlo varias veces), asociarse con algo cotidiano o relevante, entenderse parcial o totalmente de acuerdo al sentido de lo que se comunica, recordarse gracias a su presentación, y ejercitarse en el comportamiento debido a algún incentivo promovido.
A diferencia del conductismo, las teorías cognitivas modernas sostienen que el objeto de la persuasión no es un receptor pasivo, sino un participante activo dentro del proceso de comunicación, que acepta o rechaza un punto de vista si lo comparte previamente o no.
En tiempos como el nuestro, en donde la coacción carece de toda legitimidad, la persuasión se ha convertido, sin lugar a dudas, en el gran instrumento para generar consensos al interior de las democracias. Después de todo, parece que lo correcto es confiar en las personas, en su capacidad de reflexión y en su libertad para tomar decisiones conscientemente.
Ya que nuestros gobiernos (en alguna medida democráticos) se basan en la creencia de que la libertad de expresión y el libre intercambio de ideas pueden conducirnos de manera civilizada a la construcción de acuerdos vinculantes legítimos, los ciudadanos suponemos que podemos discutir ideas y tomar decisiones de manera racional. Aunque hay que reconocer que la mayoría de las veces no lo hacemos de este modo, pues la confianza que depositamos en ciertos liderazgos políticos nos dificulta cuestionar sus propuestas y su forma de proceder.



Apreciamos entonces el uso de la persuasión, pero renegamos de sus efectos cuando nos parecen contrarios a nuestra idiosincracia; cuando incitan o motivan conductas que consideramos incorrectas, irracionales o acríticas. En tal caso, la propaganda nos parece un instrumento demagógico y perverso. ¿Pero qué puede hacerse? Quizá valga la pena fomentar un pensamiento más crítico, más reflexivo sobre aquello que nos incumbe, pero que ciertamente no nos atrae como debiera.


EQUIPO 9

SARA BEATRIZ CASTAÑON DIEGO

JORGE HERNANDEZ

DAVID SALVADOR HERNANDEZ SANCHEZ